Hoy aprendí...

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...que mi vida no era tan miserable como yo pensaba, es más ni siquiera lo es... ni un poco. Y me di cuenta que en realidad soy feliz con lo que soy y con lo que tengo, que no me falta eso que yo pensaba.
Entonces me acordé también que no hay mejor cosa que disfrutar los pequeños placeres. Y uno en especial que disfruto muchísimo (más que ninguno), es empezar un cuaderno en blanco.
Un cuaderno en blanco es un mundo de posibilidades, es pie para empezar algo nuevo, desahogar tus malos pensamientos y atesorar cosas que no querés olvidar. Entonces, es un buen regalo (a mi parecer), ya que te da la libertad de escribir tu propia historia, de crear tu propio mundo y de vivir tu propia realidad. Es algo que hacés TUYO.Das rienda suelta a tu creatividad, a todo eso que tenías guardado y, si tenés la posibilidad y lo querés, podés compartirlo con alguien.
Todo esto surge de querer encontrar como recompensar un fallo de mi parte hacia una persona que no lo merecía. Obvio, no se pide perdón con cosas materiales, pero analizé la situación por la que atraviesa y tuve en cuenta que seguramente es un momento en el que quiera expresar todo lo que está sintiendo,fue ahí que pensé en un cuaderno. Supongo que no debe significar lo mismo para esta persona, pero tal vez en el momento en que encuentre ante sus ojos llorosos la página en blanco, va a querer que no esté tan vacía y se va a animar a dar trazos en ella y así seguirá la siguiente,y la siguiente, y la siguiente página..... Se va a dar cuenta que llenar pequeños vacíos la entretiene y la tranquiliza y va a poder seguir adelante con menos dificultad. Le voy a contar mi experiencia, tal vez la motive a querer escribir, tal vez quiera volver a sonreír.
Sólo eso espero.
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Ara Anormalinika

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