De repente se acercó sigilosa y sin quitarme la vista de encima, acechante se posó sobre un punto estratégico de visión donde me podía vigilar expectante pero yo no, o por lo menos no sin hacer poses imposibles para mirar y llamar la atención y sabia bien que nunca resaltaría entre los vivos mi presencia. Me sentí perdida en una nebulosa oscura, si se me permite la metáfora ya que claramente nunca estuve en una y tampoco sé si tiene luz o no, el punto es que desespere y me paralicé pensando en que ese era mi final tan esperado y tan temido y tan pensado y tan incierto. Y ahora, que el final estaba cerca y que cada vez se acercaba mas, cerré los ojos y espere que algo malo pasara pero solo se acercó y giro su cabeza y siguió mirando como si yo fuera de otro planeta y mi aspecto antropomorfo no era mas que características de mi planeta y mi piel no mas que una debilidad para posibles atacantes, su mirada era de superioridad claramente sabia que sin armas ni corazas artificiales no podríamos sobrevivir un ataque y sin esos objetos útiles, sobrellevar una vida. Sin importar que tan diferentes seamos somos igual de frágiles. Pero lo que no sabe, mis queridos amigos, es que pese a que somos una pelusa en el espacio siempre ella, esa paloma seria el verdadero alien, solo que está encubierta en este mundo de seres humanos con complejo de superioridad por tener brazos y piernas. En fin, creo que ahora me gustan las palomas.
Julieta.
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